"El incidente Nora" dirigida por Marcelo Velázquez | Caretas de Belgrano
El incidente Nora, que se presenta como una “comedia de suspenso en 1942”, sorprende. Se trata de la primera obra escrita por el actor Eduardo Narvay, quien interpreta a uno de los personajes principales – quizá el personaje clave aunque este título sea compartido con algunos de los demás personajes o incluso, con todos-. Sorprende porque es un texto dramático sólido, preciso, experimentado, que fluye al contar no solo el incidente que involucra a Nora, la empleada doméstica, sino a toda una serie de sentimientos anquilosados, recelos, hipocresías y traiciones, que se despliegan magistralmente en una gran mansión del Buenos Aires de la década infame, entre tres amigas de la infancia y dos políticos encumbrados.
Además, la obra, donde no faltan el crimen y el humor, dirigida por Marcelo Velázquez, tiene el poder, más allá de las referencias contextuales, de transportarnos 70 años atrás, con una escenografía construida a partir de mínimos detalles (u objetos) y un vestuario exquisito. Los ambientes (living o sala de estar, recibidor o hall de ingreso y baño) se disponen en un espacio rectangular alargado, que permite, al mismo tiempo, la movilidad de los personajes y el desarrollo de momentos más o menos íntimos en cada rincón del “escenario”, mientras provoca la actividad constante de los sentidos del espectador que debe seguir los desplazamientos de los actores (por cierto, todos con una excelente performance).
Finalmente, es destacable que esta historia que gira alrededor –como el título lo señala- de la silenciosa mucama, Nora, testigo de todo lo que sucede en esa casona de Belgrano, tanto aquello relacionado con el “amor” como con la “política”, es decir, con el engaño, y será de alguna manera, el chivo expiatorio, al tiempo que revela lo mejor del teatro moderno ibseniano, en forma y contenido, también nos recuerda todo el tiempo "cosas" que son muy nuestras y están completamente vigentes.
Por Eugenia Guevara / REVISTA RULETA CHINA
http://revistaruletachina.blogspot.com/2011/10/el-incidente-nora-dirigida-por-marcelo.html
Obra de Teatro - Autor: Eduardo Narvay / Una comedia de suspenso en 1942. Una vidente, unos políticos, una muerte... y un amor imposible. Intriga, humor, amor y corrupción. SÁBADOS 20:30hs.CHILE 630 Cap. Fed./TEATRO DELBORDE T:4300-6201
Reconocimientos
El incidente Nora ha sido recomendada Nº 1 en el ranking de Mejores Obras de Teatro 2010 por la prestigiosa revista Crítica Teatral, nominada a los Premios Teatro Mundo T mejor autor 2011 y destacada en el Diario La Nación entre los 10 mejores espectáculos de Teatro presentados en el 2011 en la Ciudad de Buenos Aires.
REESTRENO 2012
REESTRENO SAB 7 DE ABRIL 2012 - 20:30 HS !! 3RA TEMPORADA !!!
TEATRO DEL BORDE - CHILE 630 - C.A.B.A.
RESERVAS: 4300-6201
TEATRO DEL BORDE - CHILE 630 - C.A.B.A.
RESERVAS: 4300-6201
El incidente Nora / de Eduardo Narvay
Alicia: Valeria de Luque
Ethel: Romina Fernandes
Mono Garana: Sergio Ferreiro
Ricardo: Eduardo Narvay
Santiago: Augusto Martinez
Celia: Emma Rivera
Nora: Natalia Castrege
Marcia: Carolina Tisera
Dirección: Marcelo Velázquez
Asist. de dirección: Augusto Martinez
Operación Técnica: Celeste García
Escenografía: Ariel Vaccaro
Iluminación: Alejandro Le Roux
Vestuario: Carla Desiderio
Música: Diego Centurión
Producción Artística: Eduardo Narvay
Ethel: Romina Fernandes
Mono Garana: Sergio Ferreiro
Ricardo: Eduardo Narvay
Santiago: Augusto Martinez
Celia: Emma Rivera
Nora: Natalia Castrege
Marcia: Carolina Tisera
Dirección: Marcelo Velázquez
Asist. de dirección: Augusto Martinez
Operación Técnica: Celeste García
Escenografía: Ariel Vaccaro
Iluminación: Alejandro Le Roux
Vestuario: Carla Desiderio
Música: Diego Centurión
Producción Artística: Eduardo Narvay
En función de El incidente Nora
7 DE ABRIL FUNCIÓN ESPECIAL
FOTO 2012
martes, 1 de noviembre de 2011
domingo, 30 de octubre de 2011
"EL INCIDENTE NORA" DE EDUARDO NARVAY, UNA COMEDIA POLICIAL EXCELENTE EN EL ESPACIO TEATRAL DELBORDE DE BUENOS AIRES
Acomodándose en las butacas del espacio teatral Delborde, es difícil no contemplar las paredes de ladrillos a las vista y pensar en todas las historias—secretas y no tanto—que habrán tomado lugar en ese viejo edificio de la calle Chile en el barrio porteño de San Telmo; más cuando uno espero el inicio de la brillante y ácida comedia-policial de Eduardo Narvay, “El incidente Nora.”
En realidad la historia sucede en una gran mansión de los años 40: un encuentro de tres amigas de la infancia, una vidente, dos políticos ambiciosos (como siempre), y un matón ya no tan apto para su tarea. Nada es como parece, ni en el mundo “real,” ni en los escenarios; el hombre es un animal subjetivo. Aquí se trata de un conflicto perfectamente armado, con una actuación ejemplar, una historia picante de recelos, venganzas, traiciones, amores ocultos, al menos un asesinato y/o suicidio incluido, hechos adulzorados con amabilidad y sazonados con elegancia y buenas costumbres, el imprescindible té, los tacos altos, los chalecos…
Nora es una humilde mucama de la casa, pero de golpe llega a saber algo inconveniente, de allí nacen las sospechas y todos dejan de confiar en ella. Afuera está la Década Infame espantando el barrio; adentro una lujosa casona paralizada por el miedo y las acusaciones cruzadas que rodea la extraña muerte de la mujer; un aspirante a presidente, los amores de alcoba, todos al final están envueltos de alguna manera en el “incidente.”
Una sana mezcla de géneros emerge por donde el espectador quiere mirar, algo que huele a melodrama, un policial sin inspector, una comedia de enredos; con un plus: una reflexión demoledora sobre la época, que obliga incluso a contemplar el momento actual.
Lo que atrapa además de la historia es la esmeralda caracterización de cada personaje, el ensamble de las acciones, la variación de ritmos y una atmósfera de expectativa que se mantiene hasta el final e incluso después. No pocos espectadores salen de la sala preguntando si Nora se mató, si fue un asesinato, quienes son los autores reales de su muerte.
Alfredo Hopkins
Jaque Press, en inglés y español.
http://jaquematepress.blogia.com/2011/101701--el-incidente-nora-de-eduardo-narvay-una-comedia-policial-excelente-en-el-espaci.php
En realidad la historia sucede en una gran mansión de los años 40: un encuentro de tres amigas de la infancia, una vidente, dos políticos ambiciosos (como siempre), y un matón ya no tan apto para su tarea. Nada es como parece, ni en el mundo “real,” ni en los escenarios; el hombre es un animal subjetivo. Aquí se trata de un conflicto perfectamente armado, con una actuación ejemplar, una historia picante de recelos, venganzas, traiciones, amores ocultos, al menos un asesinato y/o suicidio incluido, hechos adulzorados con amabilidad y sazonados con elegancia y buenas costumbres, el imprescindible té, los tacos altos, los chalecos…
Nora es una humilde mucama de la casa, pero de golpe llega a saber algo inconveniente, de allí nacen las sospechas y todos dejan de confiar en ella. Afuera está la Década Infame espantando el barrio; adentro una lujosa casona paralizada por el miedo y las acusaciones cruzadas que rodea la extraña muerte de la mujer; un aspirante a presidente, los amores de alcoba, todos al final están envueltos de alguna manera en el “incidente.”
Una sana mezcla de géneros emerge por donde el espectador quiere mirar, algo que huele a melodrama, un policial sin inspector, una comedia de enredos; con un plus: una reflexión demoledora sobre la época, que obliga incluso a contemplar el momento actual.
Lo que atrapa además de la historia es la esmeralda caracterización de cada personaje, el ensamble de las acciones, la variación de ritmos y una atmósfera de expectativa que se mantiene hasta el final e incluso después. No pocos espectadores salen de la sala preguntando si Nora se mató, si fue un asesinato, quienes son los autores reales de su muerte.
Alfredo Hopkins
Jaque Press, en inglés y español.
http://jaquematepress.blogia.com/2011/101701--el-incidente-nora-de-eduardo-narvay-una-comedia-policial-excelente-en-el-espaci.php
jueves, 11 de agosto de 2011
domingo, 12 de junio de 2011
EL INCIDENTE NORA: CRÍTICA DIARIO LA NACIÓN: "NUESTRA OPINIÓN: MUY BUENA" !
La acción de esta pieza transcurre en la década del 40. De aquellos tiempos de la década infame, el autor Eduardo Narvay extrae situaciones y personajes y los aproxima al presente tratando de mantener, con vitalidad, el estilo de un drama muy propio de la época y lo hace con notable calidad.
De la trama participan seres reconocibles: un grupo de mujeres de la alta sociedad, que entre mohines y sonrisas esconden envidias y traiciones. Unos políticos capaces de cualquier cosa con el fin de sostenerse en el poder. Una vidente convocada por las mujeres anuncia una muerte. Una sirvienta, cuya oscura conducta no permite que se la reconozca a fondo, completa ese conjunto de seres nada transparentes.
El incidente Nora resulta una precisa investigación escénica sobre toda una época social y política, sus protagonistas y la forma en que, en aquel tiempo, ellos eran llevados a la escena. Sin duda con cierta picardía, algo de lo que no escapaban los autores, actores y directores. En ese sentido, es muy preciso el trabajo del director Marcelo Velázquez. Sabe construir muy bien esa pequeña porción de una realidad porteña que se afianzó a mediados del siglo pasado. Y encuentra en el diseño de esos personajes una forma casi perfecta a la hora de reconstruirlos. Tanto que, hasta exalta lo intrincado que resultan esos mecanismos que utilizan, no sólo para relacionarse sino para dar mayor entidad a sus personalidades.
El drama, la comedia y el policial se combinan de forma muy ajustada en esta obra, y la acción progresa a un ritmo preciso. La sorpresa está presente de continuo, lo que aporta una cuota de interés extra.
Un elenco muy homogéneo (sus personajes muestran construcciones muy sólidas en lo interno y también en lo formal) da vida a esos seres patéticos. Muy glamorosos y altivos en un comienzo, van perdiendo poco a poco sus rasgos, casi majestuosos, para transformarse en criaturas humilladas por sus propias acciones. Tan ridículos como enfermos, todos terminan develando la caída dolorosa de un mundo que crearon con prepotencia y muchas intrigas.
El vestuario de Carla Desiderio, la escenografía de Ariel Vaccaro y la iluminación de Alejandro Le Roux resultan aporten técnicos muy valorables para completar y potenciar esa escena que, en este 2011, reconstruye un pequeño trozo de la historia argentina. Y no sólo por los acontecimientos que muestra sino, además, por la forma de llevar a cabo su representación.
Carlos Pacheco
http://www.lanacion.com.ar/1380548-el-incidente-nora
De la trama participan seres reconocibles: un grupo de mujeres de la alta sociedad, que entre mohines y sonrisas esconden envidias y traiciones. Unos políticos capaces de cualquier cosa con el fin de sostenerse en el poder. Una vidente convocada por las mujeres anuncia una muerte. Una sirvienta, cuya oscura conducta no permite que se la reconozca a fondo, completa ese conjunto de seres nada transparentes.
El incidente Nora resulta una precisa investigación escénica sobre toda una época social y política, sus protagonistas y la forma en que, en aquel tiempo, ellos eran llevados a la escena. Sin duda con cierta picardía, algo de lo que no escapaban los autores, actores y directores. En ese sentido, es muy preciso el trabajo del director Marcelo Velázquez. Sabe construir muy bien esa pequeña porción de una realidad porteña que se afianzó a mediados del siglo pasado. Y encuentra en el diseño de esos personajes una forma casi perfecta a la hora de reconstruirlos. Tanto que, hasta exalta lo intrincado que resultan esos mecanismos que utilizan, no sólo para relacionarse sino para dar mayor entidad a sus personalidades.
El drama, la comedia y el policial se combinan de forma muy ajustada en esta obra, y la acción progresa a un ritmo preciso. La sorpresa está presente de continuo, lo que aporta una cuota de interés extra.
Un elenco muy homogéneo (sus personajes muestran construcciones muy sólidas en lo interno y también en lo formal) da vida a esos seres patéticos. Muy glamorosos y altivos en un comienzo, van perdiendo poco a poco sus rasgos, casi majestuosos, para transformarse en criaturas humilladas por sus propias acciones. Tan ridículos como enfermos, todos terminan develando la caída dolorosa de un mundo que crearon con prepotencia y muchas intrigas.
El vestuario de Carla Desiderio, la escenografía de Ariel Vaccaro y la iluminación de Alejandro Le Roux resultan aporten técnicos muy valorables para completar y potenciar esa escena que, en este 2011, reconstruye un pequeño trozo de la historia argentina. Y no sólo por los acontecimientos que muestra sino, además, por la forma de llevar a cabo su representación.
Carlos Pacheco
http://www.lanacion.com.ar/1380548-el-incidente-nora
viernes, 29 de abril de 2011
miércoles, 23 de febrero de 2011
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Ricardo, Santiago, Mono Garana
Celia, la vidente.
Hit the road Jack
Incidente Nora muy pronto...
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